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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Una empresa llamada Navidad

Yo tenía la idea de que Diciembre era un mes tranquilo; de que las cosas simplemente fluían y de que todo caía por su propio peso. De que la magia y la felicidad reinaban en todos y todo pasaba porque sí. Esa es la idea que uno tiene de niño y que al ir creciendo y conociendo el mundo que hay afuera, se da cuenta que no todo es así y empieza a experimentar poco a poco una pequeña indiferencia por todo lo "mágico". A mi empezó a llegarme todo, desde los 15 años. El ordenar la casa desde los primeros días de diciembre nunca me pareció abrumador hasta esa edad. Y es que mi labor ya no era sólo seleccionar los adornos y colocarlos en la meza y el árbol; ahora tenía que colgar luces en ventanas y ver desde afuera que no se vea feo.

SERIE: Conclusión (Socio de la Soledad)

Bueno, como verán no he tenido muchas "mujeres" en mi vida. Aún así, he dejado de nombrar a 2 mujeres: La primera fue la vecinita de los 10 años; y la segunda fue mi última enamorada; la desquiciada "V". Esta última fué un homenaje a las novelas de televisa, una chica que vivía su vida entre pañuelos, moco y baba haciendo que su compañia sea muy aburrida. Lo único emocionante, eran las maneras "agradables" que tenia que hacer para que no llore. Literalmente, le "tapaba la boca" para que no llore. Si bien esta relación me hizo quemar algunas etapas y aprender sobre otras cosas, no era lo mio. No era realmente "yo" en la relación y todo se acabó rapido. Gracias a Dios. Pero gracias a esta chica y su llamada de aquel día, nació la idea de recordar todos esos pasajes de mi vida y tratar de llegar a la conclusión. A la cual, creo, que he llegado. No soy Freud pero ahí va: