CAPITULO I: Invitarla a Salir




¿Cómo invitarla?,  ¿A dónde la llevaría?, ¿En qué momento se lo digo?, ¿Cómo no ser obvio?, son las preguntas que rondan por la cabeza de Ramiro una y otra vez junto con un montón de ideas no tan inteligentes mientras intenta concentrarse para su examen final  leyendo aquel libro de "estrategia empresarial". Ramiro es tranquilo, algo raro, toma nota de lo que aprecia, da opiniones sólo cuando se lo piden y piensa siempre en su futuro. Es un buen chico.

La chica en mención es Melissa, psicóloga respingada de dulce tratar que trabaja en el área de recursos humanos de una conocida empresa de tienda por departamentos. Es precisamente ese dulce tratar el que confunde al buen Ramiro ya que no sabe si esa es realmente su manera de ser o simplemente se comporta así porque es su trabajo. 

Es sábado en la noche, las calles de Lima empiezan a cambiar de rostro y diferentes personas salen a divertirse. Yo, algo ajeno a la diversión nocturnal limeña, me encuentro listo a ir a algún bar y tomar un rato. Al fin al cabo, quiero relajarme luego de una agotadora, estresante y hasta desesperante jornada laboral cuando de pronto suena el celular. Era Ramiro:

- ¡Habla tío!, Oye ¿Por dónde andas?
- En mi jato alistándome. Voy a salir con Anthony y otros patas un rato. ¿Tú?
- Nada... oye man, vente pues. Te pongo unas chelas, quiero hablar un rato.

Para esto, yo ya estaba algo preparado ya que Anthony, amigo en común de Ramiro y yo, ya me había comentado de la gran duda que le pasaba al buen Ramiro y de cómo este hablaba hasta el cansancio del tema "Invitar a salir a Melissa".

- Pucha tío, ¿es sobre Melissa?
- ¿Cómo carajo sabes?
- Anthony me lo dijo.
- ¡Ese cabrón!. Bueno, si.. es sobre ella... este.. ¡ven pues!

Como dije anteriormente, soy algo ajeno a la diversión nocturnal limeña, por lo que claudicar de mi escape por un día más no haría mi jornada trágica, así que acepté las cervezas del buen Ramiro, escucharlo y tratar de ayudarlo en como resolver su gran duda.

- Chato, ¿Cómo invitarías a una flaca a salir?
- Ehh.... ¿preguntándole?... ¿será?
- Claro, pero cómo
- Pues le dices y ya.
- ¿Y si le jode?
- Pues no salen
- ¡Tú lo dices como si fuera fácil!
- Técnicamente es fácil. Lo difícil es saber cómo lo tomará ella, eso no lo sabe nadie, sólo ella. Así que, como te dije, este rollo de "invitarla a salir" es fácil.
- Yo creo que es fácil para algunos. Por ejemplo un amigo es psicólogo, así que fácil cuando el quería invitar a salir a una flaca, pues la analizaba de cierto modo teniendo una técnica psicológica la cual hacía que la flaca diga que sí.
- Ramiro, mira... lo digo con respeto ah!... ¿Qué mierda le has puesto al vaso?. Sencillamente él se acercó, preguntó y ya!. No hables... huevadas! jajaja.
- No te burles...
- No me burlo, sino que suena muy graciosa tu teoría "psicológica". En realidad es como vender algo, en este caso tú te vendes, en el buen sentido de la palabra. Te ofreces, te pones un precio, el cual implica un café, un almuerzo, una cena, un sanguche de la tía veneno, un pollito a la brasa, etc, ¿me dejo entender? . Si tú no confías en el producto que deseas vender, ¿cómo esperas venderlo?. Deja de darle vueltas y anda pregúntale. Así te calmarás, saldrás de la duda, y te saldrá más barato pedirme consejos porque ya se me acabó el trago y quiero más.
- Chato.. tú si ah!.
- Ya carajo compra tres más. ¡Mira!, mejor alcanzamos a Anthony y ahí me pones el trago, ¿te parece?
- Ya chevere, vamos.

Aquella noche empezaría lo que después sería mi condena, una condena que yo mismo me la pondría ya que terminaría preso de mis propias palabras.

*********

En mi primer trabajo había chicas simpáticas, chicas bonitas, chicas odiosas, chicas creídas y las chicas bonitas que no saben que son bonitas. De todo ese universo de personalidades, me tocó conocer una que parecía interesante, se llamaba Lizbeth.

Si bien con la buena Lizbeth habíamos conversado un par de veces, de la noche a la mañana decidí invitarla a salir pero había algo que me lo impedía: el pensar que en algún futuro alguien del trabajo se entere y quedar como un "gilero detected". Algo razonable, pero que a la larga sería una excusa para ocultar mis temores a algo tan simple como decirle "Hola, ¿quieres tomar algo saliendo del trabajo?".

Sin darme cuenta estaba igual que el buen Ramiro con Melissa; al pobre Anthony no le quedó otra que ser el centrado del grupo y aconsejar a ambos, aunque se notaba que aquella situación le incomodaba.

- Si tanto temor tienes a quedar mal, no la invites. Me dijo Anthony mientras arreglaba algunas cosas en su cuarto mientras yo estaba echado jugando con su perro en medio de su sala.
- Pero quiero invitarla...
- Entonces invítala.
- Pero de ahí la gente empezará a hablar...
- Entonces no la invites.
- Pero quiero salir con ella.
- ¡Oh carajo!, ¿Tan difícil es decirle para salir?. ¡Que marica que eres!. Jajaja
- ¿Tú cómo reaccionarías?
- Pues si me cae bien, salimos. Si no, no.
- Y cómo crees que lo tome ella?
- Espera, tu duda es lo que dirá ella o lo que piensen los demás?
- Ehmm... ambos.. creo...
- A ver, ¿te vacila?
- Si, es chevere.
- ¿Han salido?
- No..
- ¿Quieres salir con ella?
- Si...
- Entonces, ¡qué miércoles esperas!. No sabía que a algunos hombres se les hace tan complicada esa situación...
- No es que nos compliquemos, digamos que es fácil pero cuando le toca a uno como que no sabemos como reaccionar.
- Ya, barajala nomas...
- ¡En serio!, Ramiro está igual que yo y hasta lo aconsejé. Y ahora mira como estoy yo...
- ¡Por pendejo! jajaja
- No es "pendejada" es... no sé...cambio de roles creo.
- ¡Es el karma!
- Jajaja, si tu lo dices...

Al salir de su casa y cruzar aquella puerta de madera, me di cuenta que si quería salir con Lizbeth tenía que tener una estrategia. Así que me senté en una banca de un parque cercano y empecé a analizar mi situación como si estuviese en un juego de ajedrez. De la nada, aparecieron algunas estrategias en mi cabeza:

La estrategia del "puma": Podría ir como un arrogante sex symbol intentando romper el hielo y dejar los puntos claros de una manera algo malcriada: "Amiga... eteh... tu y yo pe'... osea... ya pe'... chu culunlun pe'... la U es la U pe'!. Si bien sonaba gracioso, era muy estúpido decir algo así y me imaginaría al personal de seguridad tomándome de los brazos y lanzándome al pavimento de la puerta de la empresa junto con todas mis cosas mientras este se ríe en mi cara. Opción descartada.

La estrategia del "romanticón": Ir con actitud de príncipe de Disney y decirle cosas bonitas mismo juglar, pero esto haría que ella se ría en mi cara y piense que soy un idiota sin infancia. Mmmm... paso.

La estrategia del "relajado": Acercarse como si no la hubieras visto, como si ni te importara, sólo saludarle y "acordarte" que quieres salir con ella. Opción buena...pero muy arrogante para mi gusto.

Fue en ese momento en el que Ramiro me llamó todo feliz:

- ¡Tío!, lo hice!
- ¡Ahhh!,  te operaste maricón jajaja
- Jajaja anda idiota, ¡La invité!
- Maaaanya y ¿como así?
- Hice lo que me dijiste...
- ¡Ya ves!, así de simple nomas era...
- Si, tenias razón chato. Oye, ya hablamos más "tarzan", cuídate.
- ¡Hablamos!

No niego que al escuchar eso, dentro de mi ser estaba intentando descifrar que dije para que alguien como Ramiro invite a salir a Melissa y yo no pudiera hacerlo con Lizbeth. Una situación contradictoria y que ya se estaba volviendo hasta desesperante para mi. Si Ramiro pudo, ¿porque yo no?

Al día siguiente me levanté temprano, tomé taxi hacia el trabajo, subí hacia la oficina en donde estaba Lizbeth, me paré al frente de ella y...

- Hola Liz
- Holis, que tal?
- Bien.... quieres... más azúcar al café?
- (Me mira con cara como diciendo "pero que carajo..") Ok...
- Eh... nos vemos!
- Chau...

Y así quedó demostrada y en gran forma mi altísima cobardía. La media vuelta fue la aceptación de mi derrota sin siquiera jugar el partido y no tuve más que lamentarme de tan decepcionante (y extraño) comportamiento en todo el resto del día. Curiosamente, mientras estaba por retirarme dos horas después de la hora de salida, Lizbeth salía también de la empresa... pero opté por hacerme el distraído y seguir adelante. Pero esto recién empezaba.

Cambio y fuera.

[Me he dado cuenta que tengo un parecido increíble con Rivers Cuomo, vocalista de Weezer.]

Comentarios

  1. Me gusta, viejo, si escribiendo así.

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  2. A todos nos sucede eso en algún momente, la verdad no es facil porque nos complicamos pensando en "que dirá, que pensará, cómo reaccionará" pero de todos modos tenemos que hacerlo, si sale bien, chvr; si sale mal, de los errores se aprende.
    Buen post!

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  3. Te escribes chevere, tus post merecen mas comentarios y visitas, tu blog más seguidores.
    Bloggear no solo es escribir y ser leido , sino leer y comentar a los demas, pues es asi como nuestros blogs se alimentan.
    Tomalo como un consejo. Sigue, visita y comenta a los que comentan mis entradas, son fieles seguidores y de hecho siempre te comentaran y visitaran. Un abrazo

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    1. Excelente consejo Maxwell y mil gracias por los comentarios. Lo tomaré en cuenta :)

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  4. (: Tu relato me acompañó todo el camino hacia la casa de una tía, por un almuerzo familiar, de esos que te hacen sentir en una profunda e inevitable incomodidad. Me tuviste enganchada de principio a fin :)
    Acerca de tu conflicto interno por hacer algo que podría ponerte en la vulnerabilidad mas grande del planeta: Siempre es preferible actuar y luego lamentarse por lo que pasó... A no actuar y luego lamentarse por no saber qué pudo haber pasado.
    Beso

    ResponderEliminar
  5. (: Tu relato me acompañó todo el camino hacia la casa de una tía, por un almuerzo familiar, de esos que te hacen sentir en una profunda e inevitable incomodidad. Me tuviste enganchada de principio a fin :)
    Acerca de tu conflicto interno por hacer algo que podría ponerte en la vulnerabilidad mas grande del planeta: Siempre es preferible actuar y luego lamentarse por lo que pasó... A no actuar y luego lamentarse por no saber qué pudo haber pasado.
    Beso

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  6. Anónimo30/7/12

    que exito me he divertido muchisimo mientras leía este post... es increible que por algo tan simple no hagamos tantos enredos igual somos las mujeres pensamos y pensamos y pensamos tanto que todo al final desaparece y comienza todo de nuevo como si fuera una cadena del nunca acabar... creo que este post tiene una continuación no??? espero lo escribas pronto;D

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  7. Jejeje buenísimo! sentí la angustía, la ansiedad, 'el drama' y lo divertido de la situación. Es increíble como nos hacemos pedazos ante un probable rechazo, por eso amo ser mujer, a veces siento que es una chambaza para ustedes, todo ese tema ... me calzo sus zapatos chatos xD

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  8. Buenísimo! =) sentí toda la tensión y el drama del asunto, está bueno ponerse en los zapatos de los hombres, visto desde 'aquí es una chamba enorme! terrible como nos hacemos trizas ante el rechazo. Pero adelante, es lo que hay jejee. xD

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