Aqui viene el sol
Cuando uno es pequeño, se emociona cuando llega algo nuevo para la casa. Sea algo pequeño o grande, uno se emociona a grandes escalas e incluso lo comenta ante sus "amiguitos" como si hubiera adquirido la ultima maravilla del mundo. Pero pocos se ponen a pensar en cuando uno se emocionó por algo que realmente lo marcó para toda la vida. Me refiero de aquellos objetos que en su momento fueron importantes, pero que al pasar los años fueron quedando de lado por que uno va "creciendo". Lo pongo entre comillas porque algunas personas creen que "crecer" es olvidarse quienes son y se avergüenzan de donde vinieron volviéndose en alguien frío y calculador para formar parte de la rutina. Yo al menos, no pienso así.