Muchas gracias de nada
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche" es así como Neruda empieza su más famoso poema. Sin embargo, ni soy Neruda ni quiero hablar de cosas tristes. Últimamente, las historias de este blog se han vuelto algo melancólicas y muy aleccionadoras, pero con harta dosis de realismo emocional que no necesariamente deja una sensación de esperanza sino una de "Caramba, ¿Qué cosas no?" Podría empezar escribiendo sobre un logro importante en mi vida, la curiosidad percibida en un viaje, aquel beso apasionado en una tarde veraniega o realizar alguno inspirándome en algún tema de coyuntura actual. Al final, todo queda en un simple "podría". Hoy en la mañana tome un diario que adornaba mi sala y al ver el desastroso y casi apocalíptico toque con que se tocan las noticias, me tope por casualidad con una columna de mi escritor favorito en una revista sabatina de harta trayectoria. Aquel post hablaba de manera simple de un viaje de pesca con su amigo.” ¿Qué de i