Los amigos que perdí y los contactos que gané
Hace un tiempo, decidí pedir un día adicional de descanso en el trabajo a fin de disfrutar de aquellos placeres tan simples que he dejado pasar. Un desayuno con calma, ver televisión sin ver la hora o hasta caminar por una cuadra de mi casa a comprar cualquier bocadillo que se me plazca fueron las actividades que me acompañaron entre otras más. Admito que soy alguien medianamente ordenado y parte de ese orden es no acumular cosas innecesarias en mi cuarto y/o cajones por lo que en días libres, como aquel, más me concentro en realizar otras cosas que ordenar todo lo material que pueda estar a mi alrededor. Es por ello que decidí innovar y empecé a clasificar algunos archivos de mi PC y luego entré a mis descuidadas redes sociales para revisar contactos y demás. Grande fue mi sorpresa al ver que tenía más de 100 contactos en whatsapp, 250 en Facebook, unos no despreciables 150 en Instagram sin mencionar a casi ciento y tanto más en Twitter. Cantidades llamativas pero muy irreales