Las 5 peores canciones de Arjona

Ricardo Arjona ¿Qué se puede decir de alguien de quién se ha dicho de todo pero también nada? ¿Cómo explayarme en algunas palabras sobre aquel sujeto que como cavernícola llena de romance nuestras paredes de vida con sus pinturas rupestres de pasión? ¿Cómo definir a quien enaltece las contradicciones sin ser tan contradictorio como un ambulante dándote una factura? ¿Cómo podemos describir a alguien que es tan importante como la primera vez que hiciste el amor sin esperar nada a cambio pero te dio cambio y hasta fue de más pero con monedas falsas?. ¿Cómo es posible que la gente crea que ESTAS PREGUNTAS SON EN SERIO Y NO SON IRONÍAS QUE DEMUESTRAN LA MONUMENTAL LIMITACIÓN DE UN ESTAFADOR EN POTENCIA?! (Perdón, me emocioné). 

Confieso sin vergüenza que realizar este artículo fue difícil pero también muy retador ya que puse a prueba mi salud mental y asumo que después de esto me habré ganado un pasaje al cielo ya que he vivido el infierno en carne propia. Para que vean que el odio a un artista no es solo porque el odiar está de moda, me tomé la molestia de escuchar muchas canciones de Arjona en todas sus etapas (Si, Arjona tiene etapas) tomando de muestra estas cinco que no son tan conocidas (como para que no digan que solo agarro las de siempre) y así demostrar que las críticas hacia este personaje no son tan injustificadas. En fin, sin mucho relleno, aquí vamos al asunto. (¿Ya ves Ricardo que no es necesario llenar de tantas palabras un texto para que tenga sentido?).

Una vez al mes

Es normal describir actividades de tu pareja que te llamen la atención. Diversos compositores se han inspirado en sus parejas para crear las más románticas canciones que enaltecen lo más humano que existe: el amor. Repito, "es normal" pero con Ricardo eso pasa a segundo plano. El artista guatemalteco no tuvo mejor idea que hacer una oda a la menstruación de su pareja. No de cómo se despierta, de su trabajo, de lo que le gusta, no... de su periodo. Y es así como en esta "obra maestra", Arjona decide profundizar los detalles del comportamiento de su musa durante aquellos días difíciles. Tomemos algunos versos:

De vez en mes con tu acuarela

Pintas jirones de ciruelas

Que van a dar hasta el colchón

De vez en mes un detergente

Se roba el arte intermitente

De tu vientre y su creación

De vez en mes

La cigüeña se suicida

Y ahí estás tú tan deprimida

Buscándole una explicación

¡Grande Ricardo!. Tarantino estaría feliz de esto.

Historia del Portero

¿Tienes familia en Texas? ¿Te gustan las primeras etapas de Miley Cyrus y Taylor Swift? ¿Te acuerdas de la familia Ingalls? ¿Eres el portero de un edificio? ¡No hay problema! ¡Ricardo también tiene una canción para ti!. Lo imposible (y la lógica) no es impedimento para este cantautor (si, él lo es. No te rías.... bueno, disimula la sonrisa siquiera) . Es así como nace una canción en estilo country sobre un portero perdidamente enamorado de una chica de clase alta del edificio en donde labura. Hasta ahí, digamos que puede suceder y todo es entendible por tener un romance idealizado. No hay absolutamente nada de malo que esto suceda y hay innumerables ejemplos en películas y hasta a nivel local se hizo una novela (Hola Michelle Alexander, te odio). El tema es que conforme avanza la canción, se cuenta como el portero sabe con lujo de detalles la forma de vivir de la chica, sus aventuras, su rutina y en el coro se pone en duda la reputación de la misma añadiendo que ella "va a acabar con todo el edificio y la ciudad... pero conmigo ¿por qué no?". Asimismo, estamos ante un acosador en potencia que normaliza el espiar a la chica hasta cuando se baña aprovechando su cercanía y encima le declara su amor (Dios sabe que le puede haber dicho. ¡No es no Stalker!), esta lo rechaza con un cachetadón pero él continúa trabajando en el edificio como si nada hubiese pasado. ¿En serio?¿Quién es el presidente de la comisión del inmueble? ¿Ted Bundy? ¡Todo mal!

 

Casa de Locos

Si hay algo bueno en las canciones de Arjona (si, lo hay... ¡Oye, que no te rías!) es que estas cuentan con un envidiable arreglo de instrumentos de viento, piano y guitarras. Las primeras notas de cada canción realmente son interesantes porque te sumergen en un panorama de melancolía. El problema es que empieza a cantar sus letras y todo se desmorona. En esta canción, se cuenta con una flauta traversa que da un toque sutil y de travesura a la misma que provoca el deseo de escuchar la letra pero cuando esto sucede, recibimos una inmensa lista de quejas en donde critica desde la abuela hasta al hermanito de la damisela a la cual le dedica esta canción. Es más, ni el perro se escapa:

Tu perro no me deja en paz ni un rato

En plena reunión familiar le hace el amor a mi zapato

Y los abrazos en mi espalda

Son por culpa de tu maldito gato

La convivencia familiar es difícil Ricardo. Pero... ¿Era necesario esto?

Mi novia se está poniendo vieja

Bueno, desde el título ya hay curiosidad de que puede hablar, punto para él. Sin embargo, Arjona vuelve a recaer en sus innecesarias contradicciones para aparentar filosofía. El objetivo de la canción es dedicarla a las madres y mostrar el incondicional amor de ellas hacía sus hijos. Una realidad buena, introspectiva, amable y real. Sin embargo, no creo que tu mamá se sienta muy feliz que le dediques una canción en donde le dices "que se está poniendo vieja" ¿no?. Quizás esta es una de las canciones mejor elaborada de su repertorio por tener versos como este:

Mi novia se me está poniendo vieja

Y yo que me empezaba a enamorar

Del peso de las cosas que aconseja

De su don universal de perdonar

No obstante, vuelve a abusar de las rimas fáciles (como siempre lo hace) y tiene un verso que nos hace preguntar "¿por qué?":

Ella es mi novia y no anda con chantajes

Ni pone reglas de fidelidad

Me ha alcahueteado a cada personaje

Sin importarle la exclusividad

Ibas bien Ricardo, ibas bien... ¡¿Por qué?!. Bueno, aclaro lo siguiente: Si alguien dice que esta canción retrata a la familia y el amor incondicional como nadie antes, te dejo una muestra de cómo se puede tocar muchos temas familiares sin usar adjetivos tan directos, ser realmente filosófico y no abusar de las rimas dejando una línea. (Click aquí)

 

Hongos

Me imagino al buen Ricardo en su casa descansando con miles de papeles de sus composiciones (si, lo son... ya, bueno ríete) preguntándose de qué podría componer. Mira su ventana, llovió toda una semana entera, y es ahí en donde pudo apreciar cómo habían manchas en la misma y como en un flash de melancolía dijo: "Haré una canción sobre los hongos". Sin embargo, la letra no trata de eso (felizmente) sino de liberarse de alguna situación difícil. Al menos eso entendí hasta la mitad de la canción porque conforme avanza, apreciamos en todo su esplendor los "Arjonismos": aquellas impensadas metáforas llenas de contradicciones que realmente no dicen nada y muchas veces no tienen mucha relación con la canción. En fin, aquí uno de los versos:

Demasiado idiota dirigiendo al mundo

Nada a que aferrarme, todo lo perdí

El oro y la mierda, siempre los confundo

Sigue con tu vida, sé feliz por mí

Pues de ahí rescato dos cosas que son ciertas: Que hay idiotas dirigiendo el mundo y que siempre nos confunde con pura mierda. Al menos es honesto.

Ricardo Arjona es un cantautor con capacidades musicales muy discutibles ya que si puede tener canciones como "Minutos" a la cual considero su mejor canción tanto por arreglos como por letra (bueno, es lo más coherente y mejor elaborado de todo su repertorio por mucho). Lamentablemente, la mayoría de sus letras navega por este mar de incoherencias y contradicciones que hacen que uno se pregunte "¿Cómo es posible que a la gente le guste esto?". Sin embargo, al realizar una exploración más exhaustiva, nos damos cuenta que la realidad es la siguiente: si no hay una gran exploración musical es muy probable que se queden en una zona de confort que, en este caso, es liderada por artistas como el buen Ricardo.

Finalmente, esto nos lleva a una conclusión: si uno es feliz escuchando eso (asi sea por los motivos que fuesen), que simplemente viva en alegría. ¿Quiénes somos para negar felicidad?. En todo caso, y  haciendo honor al "Arjonismo", la gran conclusión sería la siguiente: El problema no es Arjona, el problema es de los que lo escuchan. 

Cambio y Fuera.