SERIE: Ultrabeba

Ella fue lo que inició todo. Si bien "La muda" había hecho que me llamen la atención esos temas, "Ultrabeba" hizo que cambie hasta la manera de caminar.

Algunos dicen que cuando te enamoras, sientes hormiguitas en el estomago. Yo lo único que sentía en el estomago era que una tripa se comía a otra porque siempre paraba con hambre en aquella época pre-universitaria. Mi salón estaba en una especie de sótano divido, con otros salones, por lonas de triplay y las carpetas eran naranjas ya que ese color es el color representativo de la universidad a la que postulaba.

La primera vez que la vi fue un duro golpe a mi cabeza, muy duro. Ya que me distraje y me golpié con la columna del salón mientras ella estaba sentada. Por arte de magia, un día me pasé a su sitio y formé un pequeño grupo con unos amigos y sus amigas; hasta esa oportunidad no había tratado directamente con ella, sólo uno que otro comentario de la clase y decirle cosas como "pásame tu separata de Trigo (nometría)".


Cuando conversamos por primera vez, fue tan genial que no nos dimos cuenta que ya era la salida, que se habían ido todos los del salón y que el personal de limpieza nos estaba mirando con cara de pocos amigos porque su terreno estaba siendo invadido. Y ahi empezó todo en sí.

OK, resumiendo y no dando detalles: ¡Me cagó el cerebro esa flaca man!. Lo curioso de todo esto, es que yo tenía una idea de la chica que me tenía que gustar, ustedes saben, ese tipo de "prototipo" que se crea uno. El mío era algo así:

*Una chica no muy alta: Por mi estatura, tener una enamorada muy alta sería algo rochoso, una especia de Dilbert Aguilar y su "ñañita". Es un pensamieno algo acomplejado, lo sé, pero hay que tener en cuenta que tenía 17 en aquel entonces.

*Que escuche buena música: en aquel entonces era alternativo monce, creía que por escuchar dos canciones de Green Day y bajarme en un cd las canciones "nuevas" que ponía MTV (cuando pasaba música), me convertía una especie de Gerardo Manuel y tenía autoridad para hablar de música.

* Que viva cerca de mi casa: No manejaba mucho capital por aquel entonces. Generalmente llegaba a los diez soles... pero con monedas de un sol producto de que el cobrador a veces no me cobraba el pasaje. ¿Gastar en taxi?, era una realidad muy lejana. Inclusive hasta ahora.

*Que sea ella misma: me tenía cojudo que todos se digan "eres mi hermanito", "oie amiguis", "ya pues amix" y demas cojudeces que parecian sacadas de un capitulo de los Backyardigans o de Hi-5. Si esto se le añade que en ese entonces sólo las flacas hablaban de "el sábado genial que pasaron en el Iguana-rana", era muy dificil encontrar a una chica que hable de cosas que realmente importaran.

Pero, por contradicciones de la vida, esta chica era así:

* Medía 1.78 : Ley de la estatura, eliminada. Y por mucho.

* Escuchaba "Rebelde": Para quien no recuerda, "Rebelde" eran unas perras mexicanas al borde de los 30 que se vestían de escolares y cantaban huevadas producto de un éxito argentino con la misma formula. Habían hombres en el grupo, de los cuales 1... bueno... todos eran gay. Osea, se podría decir, que era un grupo netamente femenino.

* Vivía en San Juan de Miraflores: De mi casa era (y es) un Sr. Latón, algo así como el camino de la serpiente para encontrar a Kaio-Sama (Goku dixit)

Pero era ella misma, y eso destruyó las 3 ideas anteriores, ya que hizo que todo eso no me importara y que, inclusive, se vuelva entretenido.


Y bueno de ahí viene lo bonito ¿no?. Te enamoras, te vuelves cojudo, la quieres cerca a cada rato y todo el blablabla. Bueno, eso me pasó y pues decidí mandarme.

Tuve que ser choteado 2 veces en tres meses para que a la tercera "mandada" logre, por lo menos, un beso y una salida. Un logro monumental para ser alguien que le llegára al hombro y que tenía cinco soles en la billetera.

Lo jodido vino después, ya que se acabó el ciclo y ambos sabíamos que era el inminente final. Yo le regalé algo que sé que jamás nadie podrá igualarlo y fue entonces cuando entre risas y abrazos se fue.

En ese tiempo ella pasaba por problemas y yo creía haberla salvado; pero en realidad ella me salvó a mí. Todo lo que hizo fue hablar y hacerme reír probando que cuando yo quiero hacer las cosas bien, lo puedo hacer. Inclusive mejor de lo que lo tenía planeado.

Ella siempre será mi "Ultrabeba"; un bebe lleno de alegría rebosante que resulto ser muy grande tanto física como espiritualmente.


Cambio y Fuera.
[Si escuchan bien la letra de la canción, refleja exactamente lo que acabo de contar.]



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