Vivimos en Tiempos Extraños

"Es usted una descarada. Miente" Son las airadas expresiones que emanan de un personaje extranjero popular en un programa que combina el amarillento entretenimiento con nuestra risible farándula local. En otro lado de la pantalla, la mujer afectada mira fijamente como aquellos cuchillos en forma de palabras caen sin piedad. El enunciado en mención ahora pasa a ser histórico ya que aparece en el titular de un periódico popular que, irónicamente, tiene como nombre una jerga que hace referencia a una persona muy inteligente. La frase ahora entra en nuestro vocabulario diario producto de creativos memes que aparecen en innumerables páginas de entretenimiento en Facebook. Ahora si, la popularidad de un insulto se volvió algo real.

Pasado el fin de semana, llego temprano a casa y veo a musculosos personajes compitiendo entre si en un sintonizado programa de TV. Al acabar cualquier competencia, la formula es la misma: el equipo perdedor indica que hubo trampa, se niega a reconocer su derrota, el otro equipo festeja haciendo caras graciosas (y hasta ridículas) hacia la cámara mientras enseñan sus trabajados cuerpos como clara muestra que su cerebro es tan prodigioso como el de un chimpancé haciendo piruetas. Luego, sin sentido alguno, una pareja de estos personajes se besan, se dicen que se aman, los conductores son alcahuetes por excelencia y nunca falta la "sorpresiva" cámara indiscreta para que, nuevamente, hayan peleas, escándalo y el amarillismo haga su grandiosa entrada en pleno horario familiar.

Finalmente, mientras todo esto pasaba, un video de un suicidio llega a mi celular vía un grupo de whatsapp. Motivado por el asombro, se lo enseño a mi enamorada quien estaba a mi lado y queda tan sorprendida como yo al ver las impactantes imágenes. Sin embargo, veo como otros replican el video a disestra y siniestra y hasta le ponen precio al mismo ya que "tiene mejor angulo y se puede ver el detalle del suicidio". Cual mercenarios de lo absurdo, ahora la escena pasa a ser de obligatorio conocimiento público olvidando el atroz sufrimiento de la persona involucrada. El escándalo no es la venta de las imágenes grabadas, sino que aparecen infinidades de postores quienes, cual carroñas rodeando una presa, aparecen y ofrecen dinero por tan "magnifica" obra. El motivo es el hambre de morbo.

Tranquilamente puedo ignorar todo esto, escuchar mi música, seguir disfrutando mis noches con mi novia mientras nos reímos conversando del día a día y nada más; sin embargo, me veo en la obligación de comentar todo lo ocurrido en estos días ya que esta clara la sensación de que algo no está bien. ¿Cuánto hemos aprendido desde el año 2000 cuando cayó la dictadura de Fujimori y con él todos esos programas basura? ¿En qué se quedaron los avances y los nuevos valores que aparecían en comerciales? ¿Realmente pudimos avanzar como sociedad?.

La evaluación de cada una de las circunstancias se lo dejo a ustedes que leen este artículo ya que cada uno se conoce y sabrá como actuar. Solamente muestro en estas lineas esta trágica radiografía de lo mundano que puede volverse el ser humano cuando la motivación es lo incorrecto. Todos nos equivocamos, pero hay cosas que, por más errores que sean, no deben hacerse por respeto a los demás y, principalmente, a uno mismo.

Cambio y Fuera.