La Figura

FunkoPop de Rivers Cuomo (Vocalista de Weezer)

Confieso con frágil sensibilidad que extraño mi sitio en el lugar de trabajo. Extraño el caminar por los pasadizos y saludar a quien pase. A mis compañeros al lado, a las risas entre coordinaciones, el caminar hacia el sitio de mis amigos de otra área, darles un fraternal abrazo y reírme con ellos. Extraño subir las escaleras y saludar a mis compañeros de equipo, el acercarme donde mi jefe y conversar de un tema laboral por unos minutos pero siempre desviarnos del tema para reírnos de cualquier cosa y que me diga “siempre termino hablando tonterías contigo”.

Sin embargo, también confieso que estos seis meses (que posiblemente sean seis más) también me han enseñado a apreciar aquellos momentos que dejaba ir y ahora disfruto. El poder volver almorzar con mis padres todos los días, el ver la TV con mi viejo y reírnos de las increíbles historias inventadas por políticos para justificar dudosos actos (ahora entiendo porque JB tiene dos programas a la semana, le sobra material) y, principalmente, el poder ver crecer a mi sobrina que con una simple sonrisa en medio de un juego me hace ver que todo va estar bien y continuará siendo bien si lo deseo así. 

Se fueron personas (y les agradezco su permanencia) pero llegaron otras más y esto me ha permitido saber que en algunos casos la distancia es solo física ya que un mensaje, una llamada o un simple texto diciendo “hola” te permiten ver la cercanía en quien realmente se preocupa por ti y como va todo. La importancia del saludo, de escuchar y su inmenso poder de dar calor al alma con un afecto inquebrantable es el tesoro más simple que tenemos pero que poco exploramos. 

Es por ello que a 6 meses y unos días de iniciada la cuarentena puse este Funko (el de la foto) al lado de mi laptop para rememorar con nostalgia que estoy cerca de aquellos días en el trabajo, de los amigos que decidieron quedarse y de los que merecen quedarse, de la caminata en el pasadizo, de los abrazos, las conversaciones y las risas. Hoy, esta simple figura de vinilo me acompañará en mis jornadas y me permite decirles con su simple mirar que: 

“Ya pasaron 6 meses, todavía falta mucho. Continúa”

Cambio y Fuera.

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