Si tú quieres...


Después de un día largo de trabajo y estudio, Patrick y Kevin decidieron acompañarme a recoger un terno que estaba siendo elaborado para usarlo en el aniversario del lugar donde trabajo. Tomamos un carro de transporte público y llegamos en menos de 15 minutos a nuestro destino. Eso es todo un logro si tenemos en cuenta que el tráfico en esta ciudad se hace cada vez más insoportable.

Luego de hacer lo que teníamos que hacer, Kevin habló sobre las posibilidades que tenía con una chica. Patrick hizo casi lo mismo, pero con diferencia que el hablaba en pasado ya que actualmente está totalmente tranquilo mientras yo hablaba de una manera neutral: no había  ni pasado, ni presente; sólo palabras.

Por alguna extraña razón, Patrick y yo quisimos "aconsejar" a Kevin poniéndole casos prácticos, planteándole cosas reales y hasta usando estadísticas. Una clase de frialdad ante esa situación en la que te interesa alguien, pero siempre es bueno una buena dosis de "desahuevina".

En ese momento, Kevin diría en tono risueño pero dubitativo, la frase que serviría de etiqueta a cada vez que hablo algo con él:

- ¿Qué carajo tienes con las estadísticas?

Indirectamente, me puse a pensar que en ese campo me he vuelto demasiado pensativo. Me pondría algo así como que un comandante elabore un plan de guerra en medio de un combate encarnizado, algo totalmente razonable, pero poco práctico ya que en todo ese caos propio de una guerra, el rival aprovecha y pierdes. En el caso de Kevin, pensar tanto las cosas pueda hacer que aparezca el típico "atrasador" y  haga que él se quede con todo y planes en medio de la nada, con la vergüenza del haber sido derrotado por si mismo y con la esperanza que su situación no sea tan manoseada en las futuras burlas que se acaba de ganar. Osea, tener la fama de "monce".

Aún en todo ello, Kevin tiene algo de razón: si te gusta alguien, pues simplemente intenta y deja atrás las estadísticas. No busques un plan, pero tampoco vivas un sueño. Planifica las cosas, pero siempre es bueno emocionarse ya que la gracia de esto es ser, de una manera u otra, un niño. Alegrase fácilmente, vivir plenamente y saborear cada momento.

Creo que estoy listo, lo único que falta es que realmente me interese alguien (pequeño gran detalle). Y si a usted, amigo lector, le interesa alguien en estos momentos y no sabe que hacer, pues simplemente relájese, conózcalo de a pocos, sueñe e intente aflorar el "niño" que está dentro de su ser. Pero nunca olvide que hasta el cielo tiene un techo  y que la realidad es una cosa innegable y fría. Simplemente, viva pensando.


Cambio y Fuera.


[You don't ask no questions,  'cause you gonna lose...]

Comentarios

  1. Anónimo21/11/11

    xD muy bien post, en especial la parte de "que carajo tienes con las estadisticas"

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  2. buen consejo César ojala hubiera leido este post antes! :(

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  3. En realidad, uno nunca está listo para el amor, nunca.

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  4. Bito: Qué pasó? =/

    Yamila: Exacto! tienes razón, pero yo me refería con "estar listo" a simplemente dejarlo fluir y ya no negarlo. Gracias por comentar. Saludos!

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  5. Anónimo5/12/11

    cuando uno se siente listo.. experimentas una sensacion de alivio y tranquilidad como si algo que te limitaba saliera de tu cuerpo que te vaya bien Cesar!;D

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