Día F

Había sido una semana muy larga y satisfactoria por lo que la invitación a la casa del buen Alexis cayó muy bien y en el momento en el que me quería desestresar. El plan era simple: llegar, conversar, poner para la "chancha" y tomar. Simple y directo. Aún así, estaba muy lejos de imaginar lo que pasaría al retirarme de ahí y encontrarme camino a casa. Digamos que fue un sábado (madrugada de domingo, a decir verdad) llena de circunstancias.


Al llegar a la reunión, pude apreciar que fui el primero del grupo y tuve que pasar el típico ritual de hacerse el tranquilo con los amigos de tu amigo aún sabiendo que minutos después, con el arribo del resto, todo sería el desorden colectivo de siempre (algo así como el Harlem Shake). Debo admitir que la reunión me relajó en muchos aspectos pero me volvió a llevar al siempre fangoso terreno de lo que es lo mejor para "la comunidad". No digo que haya vuelto a pertenecer a dicho grupo, en realidad ya no lo deseo; pero ese pensamiento va de la mano con estar en tranquilidad y, por ende, no formar parte de ninguna "comunidad". Sin embargo, si puedo apoyar en algo, como lo dije aquel día al estar en el balcón con una amiga, lo haré "dentro de mis posibilidades" (manera caleta de decir "no quiero problemas"). Al llegar las 3.35 am. supe que tenía que retirarme. Estaba cansado, ido, sin ganas de tomar y con mucha hambre. Les lanzo un dato: si estas en una reunión y ya no quieres tomar, aún cuando no estés ebrio en lo más mínimo, retirarte hidalgamente y tranquilo. Así que, cogí mi morral, me alisté con los audífonos y me retiré. La pasé muy bien ya que, a decir verdad, es casi imposible pasarla mal con estos chicos.

Al caminar por el cruce de las avenidas Comandante Espinar y Pardo, decidí caminar hacia el Ovalo ya que no estaba muy lejos del paradero por donde pasa el bus que me lleva directo a casa; además, no tenía mucho dinero para tomar un taxi. Al llegar a la altura del Café 21, pude apreciar a un sujeto muy flaco, sentado en una banca y mirando el vacío con intranquila sapiencia. Era Daniel F. 

Debo reconocer que a primera impresión me sentí algo idiota: el mirarle como tonto, tener la ridícula sensación de decir dentro de tu mente "es o no es" para finalmente decir: 

- "¿Daniel F?".  

A lo que el buen Danolo respondió escuetamente 

- "Si."

Me acerqué a tenderle la mano, la apretó fuertemente y dio una sonrisa simple. Tuvimos una pequeña "conversación". Algo obligada y protocolar, algo así como el saludo por el ser el primero de la fiesta como lo expliqué lineas arriba.

CG:  ¿Qué haciendo?  
DF: Nada, cagándome de frió. Estaba esperando que amanezca porque los hoteles de por acá son muy caros.¿Tú?¿regresando de unas chelas?". 
CG: Si, una reunión con unos amigos... Eh... bueno, no te quito más tiempo. Nos vemos. 
DF: Chau.

Al momento de acercarme a despedirme, le tendí la mano y decidí continuar mi camino. La avenida entonces se me hizo más larga, la aparición de adolescentes ebrios era más notoria y las chicas en diminutos y ceñidos trajes se hacían notar en las esquinas junto con sus cada vez más desesperados deseos de irse a casa. "Me cago de frió"  le decía la más pequeña, pero voluptuosa, chica a su compañera de parranda de cabello castaño y vestido blanco. Esta me sonrió como insinuando algo, lo cual comprobó que estaban totalmente ebrias porque yo estaba hecho un desastre producto del cansancio y lo más probable es que ni mi madre me sonreiría viéndome en esas condiciones. 

Al ver todo ello, me pude dar cuenta que para aquellas chicas su noche estaba terminando pero querían terminarla mejor, que los adolescentes no sabían que estaban haciendo con su noche y que el buen Daniel F era un simple espectador silencioso que solo atinaba a estar sentado. Yo, era un espectador, pero no estaba ebrio, no saludaba a chicas, no tenía dinero, no me cagaba de frio pero estaba cerca de este compositor al cual había dejado unas dos cuadras atrás. Me imaginé entonces contarle esto a mi amiga Valeria, gran fanática de Daniel,  y de como ella me recriminaría el no haberle hablado más, el ser tan tonto de haber dejado pasar esa oportunidad y en como no haberle pedido el número del celular a la enana voluptuosa que me hizo la mirada (Ok, esto ultimo lo pensé yo... pero la idea va por ahí). Entonces, luego de esta revelación, pare mi caminar y decidí regresar hacia donde Daniel F. 

DF: ¿Qué pasó?¿Se te cayó algo?
CG: No... bueno, no es normal hablar con Daniel F todos los días. ¿Te importa si te hago una pregunta y las grabo?.
Se rió de manera tranquila y cordial, cruzó los brazos, y dijo un contundente "Dale". 
CG: Ok... ¿Porqué "al colegio no voy más"?
DF. Porque era lo que pensaba en ese momento. Apenas salí del colegio, que nunca terminé, me puse a chambear dentro de las cosas que podía hacer. Por ejemplo, personal de limpieza, acomodar algo, ayudar en lo que sea pero no como un conserje, eso era muy alto para mi. Como vivía cerca a sitios con mucha demanda de trabajadores como la Av. Argentina , Av. Colonial, etc. pues me puse a chambear nomás. Además, nunca me interesó estudiar nada aunque tendría que haberlo hecho. Yo sé cosas como electricidad, sonido, música pero si hubiese sabido más hubiera estudiado. Nunca pensé en estudiar a tocar la guitarra, no sé nadar, no sé manejar bicicleta, nunca he montado patines, no sé manejar un auto y tampoco aprendí a tocar guitarra.
CG: Se podría decir entonces que tu eres un conocedor del "Solo sé que nada sé"...
DF: No, yo solo sé que sé poco y ese poco que sé trato que sea lo más entendible posible. Cualquiera que ha sacado los acordes de mis canciones se dará cuenta que todas tienen los mismos 3 o 4 que dan las vueltas. Trato de ingeniármelas para que cada una suene distinta.
CG: ¿Cómo definirías el escribir?
DF: Pues... una válvula para escaparse de la locura a la que estamos sumergidos todos. Además, hay gente que ha definido mi personalidad, psicológicamente hablando, y me han dicho que soy muy fuerte emocionalmente. Eso es lo que dicen. Las cosas que digan de mi, me afectan en lo más mínimo. Lo cual sorprende a mucha gente porque les afecta lo que le dicen y tratan de explicarse el porque. 
CG: Cuando alguien te dice que tus canciones le han servido de inspiración ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza?. ¿Qué sientes?
DF: Pues que uno ha hecho bien las cosas, que se tiene un papel en el mundo y de repente el mio fue el haber evitado que unas personas se suiciden, se casen o hacer que  otras se enamoren. Todos nuestros actos tiene una respuesta y parece que en mi caso era eso y es algo que no puedo dejar. Mira, para mi, subir al escenario es una mierda; osea, no me gusta. Yo estaría feliz siendo el compositor de un grupo o banda... ¡sería el hombre más feliz del mundo!. Sin embargo  nadie quiere que le escriba canciones (risas),  así que las escribo para mi nomas.
CG: Hablaste del matrimonio y suicidio a la vez. ¿Consideras que el matrimonio es un suicidio?
DF: Tal vez... hasta viceversa. Casarse con el misterio, con el futuro, nadie sabe lo que vendrá. Aún así son momentos por los que pasa mucha gente, el enamorarse, casarse o hasta suicidarse. 
CG: ¿El amor es una especie de suicidio? ¿Cómo lo definirías?
DF: Es una de las emociones más fuertes que existen. Es super fuerte. Es más, hay una película con Hugh Grant , que es una de estas comedias románticas que saca Hollywood de vez en cuando, en donde  la trama comienza en un aeropuerto y en donde se ve a la gente cuando recibe a alguien que no ve de tiempo y se ve la emoción. Entonces, la voz en OFF  hablaba sobre el amor. En realidad, hablaba más sobre los ataques en las torres gemelas y que todos los mensajes  que salían de las personas que iban  dentro del avión no eran mensajes de odio, venganza, que "la puta madre estos huevones", ¡todos eran mensajes de amor, huevón!. Aún cuando todos sabían que se iban a morir y, claro, ante un evento tan dramático como la muerte, lo primero que se te viene a la mente es tu familia y como van a quedar, tu novia, tu pareja, tus hijos. Entonces, se ve ahí que el amor supera todas las barreras.
CG:  Como pregunta final. ¿Un consejo para alguien que que está empezando a escribir?
DF: Nada, que siga escribiendo. Al menos en el oficio de escribir el mejor ejercicio es el hacerlo. Yo de chiquito no escribía un montón, era de lo que sea. Hacía como que comentaba discos, conciertos, historias y... eso te va servir. No sé que tanto me habrá servido a mi pero... bueno. Además, el ser emocionalmente fuerte no es algo que lo haya tenido siempre; de chico me incomodaba que me digan "feo", algo así como que a las flacas le digas "gorda" o "puta" y se quedan traumadas una semana, y ya pues... escribía sobre eso. Sobre como me sentía y como el ser diferente a los demás, el no tener las oportunidades de otros y todo eso me influía en sentirme bien. Ahí me dí cuenta que, al menos en lo personal, el escribir te sirve a pesar que esos escritos no iban a ser publicados en ningún lado. Ya en la música, como dice la canción, te das cuenta que "no eres monedita de oro" y no le vas a caer a nadie. Es por eso que esos comentarios no me hacen nada.

Le dí las gracias una vez más, me despedí finalmente y lo deje sentado en esa banca tal y como lo encontré.: Cruzado de brazos con la mirada fija en el vacío esperando el amanecer. Claro, previa mandada de saludos que  debió haber sido algo incómoda para él.. Aquí la muestra:


[Salgo con cara de huevo y él con cara de sueño. ¡Hey! eran las 4:00 am.]


Al subir en el bus que me llevaría a casa, decidí poner una canción de Daniel F que tengo en mi celular y que, curiosamente, es la única. Reconozco que no soy un gran fanático de él, pero me sorprendió su sencillez, su soltura y el como uno puede encontrarse, con simplemente caminar, con varias historias como la que yo encontré en esa banca. Mientras el bus avanzaba en la vacía y cada vez más clara Av. Arequipa, escuchaba la letra y pude darme cuenta que esa canción no solo hablaba del mismo Daniel F, sino de todo lo que me había dicho: el amor, el como el escribir es esa válvula llena de catarsis y como las historias de uno pueden volverse las historias de todos.

¡Ah!, me olvidaba. La enana voluptuosa me la encontré en el mismo paradero días después y solo atinamos a reír. Parece que, al final, ella si tuvo su gran noche.

Cambio y Fuera.

[Aquí el video del que habló Daniel F]



 [Y aquí el sountrack de la canción que me gusta de Daniel F]

Comentarios

  1. Creo que te voy a llevar a un concierto en la noche de barranco. Hay que decirle a Gia, al F le va a gustar verte por allá. Llámame cuando puedas, muy buena entrada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Comenta!, así ayudas al blog a mejorar. Si no tienes cuenta de google deja tu nombre para saber quién eres jeje

Los post más leídos

¿Bailamos?

Las 5 peores canciones de Arjona

Un sueño Mundial - Episodio II: El imperio Inca Contraataca

CAPITULO I: Invitarla a Salir