Canciones del recuerdo.




A lo largo de mi vida he escucha diversa cantidad de tipos de canciones. Algunas memorables, otra que detestaba, otras que me daban risa y otras que me hacen recordar algún momento en especial. En esta oportunidad quiero hablar de lo último, de esas canciones que no necesariamente son mis preferidas y están en mi celular; sin embargo, cada una de ellas me ha hace recordar muy gratos momentos.

Al momento de ver esta lista se darán cuenta que si bien el rock es mi género musical preferido, no necesariamente me limito a escuchar solo eso y escucho de todo. Me considero, así como Kevin Johansen,"degenerado en la música ya que es una manera de decir que me gustan todos los estilos, todos los folclores, todas las canciones".

Cabe mencionar que estas son algunas de las canciones que se me vienen a la mente en estos momentos. No necesariamente me gustan:


Esta canción hizo que baile por primera vez, y no porque me guste; sino porque en primaria la profesora me acorraló y chantajeó con llamar a mi madre si es que no cumplía con bailar en la actuación, irónicamente, del día de la madre. En aquellos tiempos la canción estaba de moda y pues se realizó. De ahí en más me pedían que lo haga seguido, y no lo hice. Curiosamente, vi como para todas las actuaciones siempre tenían que mandar a dos niños a bailar como si fuesen monos de circo lo cual me pareció cruel por parte de los profesores. Actualmente, los niños bailan por voluntad propia, hacen coreografías increíbles y hasta reclaman el porque le cortan la música. Ellos "no paran siguen siguen".

Cada vez que escucho esa canción no evito sonrojarme y acordarme de tan humillante pero a la vez tierno momento en el que, harto de las risas de la gente, deje de bailar y me fui en medio de la actuación. Desde muy niño mi actitud "arrebatada" ya esta marcada. 


Estaba demasiado niño para 1993 y no sabía quien era Caligula. Veía a mi hermanos con sus zapatillas Reebook y sus polos rojos pique con rayas mientras esperaban Julio para ir a la feria del hogar. El Chato Dany, amigo de infancia de mi hermano Ernesto, cada vez que nos visitaba ponía en la radiocasetera esta canción que perforaba mis oídos pero que me agradaba sin tener la más mínima idea de que pasaba. Una vez extasiados por escuchar ese himno, mis hermanos y Dany salían "a Dios sabe donde y a hacer Dios sabe que" (como diría mi madre en aquellos años). Tiempo después supe de que trataba todo, la novela, la verdadera historia de Caligula y el "Que empiece la juerga".

Curiosamente, hace poco mi jefe puso esta canción cuando fuimos en su carro. Sin duda alguna, escuchar esta canción en un carro, un viernes y a todo volumen por la vía expresa, no tiene limites.


Hoy día lo reconozco: sino fuese por esta canción, nunca hubiese iniciado mis experimentos musicales. La canción siempre la ponían para la secuencia de acrobacias con Skate que salían en "Punto de Quiebre" y siempre me gustó. Al llegar a la adolescencia, la escuchaba todas las tardes en el programa de radio que me gustaba en aquel entonces. Pero había un pequeño gran problema: no sabía que decían, quien la cantaba y como se llamaba.

Luego de una búsqueda implacable, logré conseguir los tan ansiados datos y no tuve mejor idea que quemar un CD de Green day (esos "Grandes Exitos" que vendían a S./5.00 en el mercado de Salamanca) en donde estaba esta canción que la escuchaba día y noche en mi computadora.

Curiosamente, Green Day sacó por aquellos tiempos un disco totalmente desconocido llamado "American Idiot" creando el fenómeno más grande, mis gustos musicales menos exclusivos y acrecentar mi odio al color negro y purpura ya que eran asociados a los, por aún entonces, desconocidos "Emos".


Esta canción me hace recordar uno de los momentos más alegres de mi vida: el matrimonio civil de mi hermano Ernesto. Fue el primer matrimonio de uno de mis hermanos, la primera parranda en mi casa que pude disfrutar a su totalidad, mi primera bomba con mi viejo, llevarlo a dormir para bajar a seguir tomando y mi reencuentro con el baile. 

Aquellos meses fueron muy difíciles para mi familia, problemas económicos y de salud habían impactado gravemente a todos. Aún así, seguimos unidos, todos hicimos sacrificios y logramos salir de aquella mala racha. El matrimonio de Ernesto fue la cereza del pastel y el ver la vida de una manera diferente para todos. Si bien el tema de la canción no tiene nada que ver con un matrimonio (es más, es todo lo contrario), la alegría de bailar con toda mi familia esa canción en medio de una gran ronda y ver como todo lo que habíamos pasado, ahora era solo un ingrato y lejano recuerdo. Momento mágico lleno de risas que nunca olvidaré.


Era 1997 y mi gusto por la salsa estaba a flor de piel. A la par con esta canción salieron diversos grupos como Salsa Kid's, Los Adolescentes (los verdaderos), Salserín y de remate Roberto Blades había lanzado su sencillo "Si estuvieras conmigo". Si bien todas estas canciones salseras me hicieron mover el esqueleto a escondidas, "Eres" logró que me aprenda la letra y que la escuche junto con mis hermanos mientras grabamos el videoclip que lo daban en la secuencia musical de canal 7, el ranking musical de Uranio 15 o la caprichosa señal del canal 33 que se cancelaba cada 15 días.

Esta canción incluye otra vez a mi hermano Ernesto, que la cantaba a viva voz, cosa que extraño a toda la familia, especialmente a mi madre. Luego de algunos meses, descubrimos que Ernesto estaba ya de enamorado con una chica de la universidad con la cual, diez años después, bailarían "Ajena" en la sala de mi casa. Si, ella es su esposa.


Bueno, es inevitable no nombrarlos. "Wonderwall" fue la canción que logró agrupar todo lo que había buscado: Rock, tranquilidad, armonía, guitarras acústicas, violines, chelos y una canción con tonos románticos que no use la palabra "love".  Simplemente, perfecta.

Luego de "Wonderwall", mi historía con Oasis creció tanto que alguna vez logré llegar un disco duro producto de todas las canciones, imágenes y rarezas encontradas. Aún así, aunque cueste creerlo, solo tengo 3 discos originales de ellos. Sino fuese por Internet nunca los hubiera escuchado a su plenitud. Dios bendiga "Ares".


Tenía 13, la radio de mi casa no la usaba y me consolaba solo con jugar futbol. Mi hermano Kristian, beatlemaniático, logró conseguirse un Cassette de "Abbey Road" y la primera vez que lo puso fue un domingo en la mañana mientras mi papá leía el periódico. El disco sonó completo pero fue "Here comes the Sun" lo que hizo que este disco llame mi atención.

Abbey Road es el primer disco completo que he escuchado en toda mi vida, mi primera exploración total al mundo Beatle y la alegría de saber que había un mundo inexplorado al cual ya había ingresado sin darme cuenta.  Harrison logró asimilar la alegría de una canción a pesar de no saber nada de ingles, ver todo el año como verano y escuchar una canción miles de veces con mi familia. Felicidad absoluta.


Canción escuchada hasta el hartazgo en toda radio, mp3 y bomba universitaria cuando todos empezamos a hablar de nuestras historias amorosas. Lo más curioso es que la gente, a pesar de no saber que cantan, siempre al escuchar esta canción, cantan al unísono solo estas frases: " Baaaaaby.... Alwaaaaaaaays!"

Particularmente, esta canción me lleva al video y a la siguiente conclusión: Si vas a engañar a tu enamorada, no seas tan pavo de grabarte. ¿Qué?, ¿Ese no es el mensaje?, bueno... el consejo va por ahí. La cosa es que todos han escuchado esta canción y ver la expresión en sus rostros me hace recordar que una canción puede hacerte recordar muchas historias. Como todas las plasmadas por mi en cada una de las canciones anteriormente nombradas.

La música y las canciones, sin importar los géneros, es magia pura ya que hace que todos captemos una melodía y la volvamos parte de nuestra vida y de un momento en especial.  Asi que, como diría Nietzsche, "Sin música la vida sería un error". Amén.

Cambio y Fuera.


[Música es poder.]


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