El Inicio

OK, no soy bueno escribiendo y eso quedará totalmente comprobado en lo que escribiré (o haré el intento) a continuación. A veces puedo ser algo apurado, lo sé, o hasta sentimental (pero sin llegar a lo cursi) y es por eso que tratar de unir esas dos sensaciones en unas cuantas lineas es algo difícil. Osea, hablaré de mi, pero no de mi (suena contradictorio pero así es, ya verán).

Para mi los sábados son tranquilos, monótonos: desayuno tibio y rápido, ir a la ducha, salir, estudiar, almorzar, descansar, ver TV, salir (si se puede), dormir y ya. Pero ese sábado era algo diferente, la sala estaba totalmente invadida de colores, que en mis cortos 20 años de vida, jamás los había visto por ese fortín al que le llamo "casa", era los colores rosado, blanco y acompañados de cintas de agua y demás chucherías que no recuerdo el nombre. Y es que vengo de una familia en donde el 70% es de género masculino, y ver esos colores como que era algo... ya saben... extraño.

Bueno, sin rodeos ni floro barato, era el Babyshower de mi sobrina (osea mi hermano va a ser papá. Han pasado unas semanas y hasta ahora no sé como definirlo) y la familia tenía gran entusiasmo, el cual me fue contagiado unos días antes del evento con una frase que me repetían toda la semana previa: "¡Vas a ser tío!". Obviamente eso te entusiasma, no de manera eufórica, pero da cierta sensación de satisfacción, algo así como sentirte realizado (en parte). Pero a la vez te hace preguntarte a ti mismo: "OK... ya no seré el menor de la familia, se supone entonces... ¿Que debo darle el ejemplo a alguien que me mirará desde abajo de mis hombros?, ¿Seré visto como un modelo a seguir?, ¿Qué me falta para poder ser eso?". 

La "ceremonia" fue algo larga y aburrida, lo único que me agradaba era la manera en que la animadora manejaba la Ceremonia (¿Se le puede llamar así?), no sé si era su carisma, o porque era mi prima (jajaja). Salvo un amigo entrañable que vino para acompañarme un momento y conversar de lo que nos interesa, no tuvo nada extraordinaria la reunión.

Son las 4 AM y veo como la casa ha quedado totalmente sucia, llena de papelitos y ese tipo de cosas. Veo como mi hermano mayor esta tomando con mi primo y se ponen a filosofar (Repito otra vez: ¿Se le puede llamar así?) sobre su actualidad y lo que les espera. La verdad no sé lo que les espera a ellos, pero si se lo que me espera: biberones, llantos, pañales, talcos, papillas y, principalmente, desarrollar algo en mí que todo el mundo me dice que me falta : paciencia.

Pero ¿saben que?, al ver todo eso, me di cuenta que la gracia de este asunto no es la ceremonia, ni que tan grande el regalo es, ni los llantos que me destrozarán los tímpanos, lo único realmente importante es FABIANNA (así se llamará, por si se lo preguntaban) y el cariño que recibirá y la nueva etapa que está a punto de empezar para todos. Esa nueva aventura que me hace gritar "¡Voy a ser tío!"; esa aventura que me hará ver las cosas desde otra perspectiva, esa aventura al que le seguirán muchísimas más, esa aventura que me motivó a escribir esto (y un consejo de mi amigo entrañable) a la cual llamaré EL INICIO.

Cambio y Fuera.