Benito

 

Benito, hijo de Benito... y de Lysaurie

¿Cómo empezar a escribir sobre un artista del que se ha dicho tanto últimamente? En mi caso, con un merecido "Disculpa". Hace casi 10 años, escuché por primera vez a Bad Bunny gracias a un compañero de trabajo. Su peculiar forma de cantar y sus letras sexualizadas y desvergonzadas me causaron rechazo. Sin embargo, al familiarizarme con las fiestas y el baile, bajé mis barreras y exploré más géneros musicales. Uno de ellos fue el reggaetón, y mi curiosidad me llevó a escribir un post llamado "Las verdades del reggaetón (Si Dios lo permite)", haciendo referencia a Benito.

No fue hasta finales de la pandemia, ya más familiarizado con el artista, que escuché su producción "Un verano sin ti" (2022) por recomendación de mi amigo Diego. Con curiosidad, escuché el álbum sin pausas ni adelantos, sumergiéndome en la experiencia de "El conejo malo" y su melancolía playera. El resultado fue sorprendente y enriquecedor. El álbum no solo continuaba su disco "YHLQMDLG (Yo hago lo que me da la gana)" (2019), perfeccionando su habilidad para combinar estilos musicales, sino que ofrecía un concepto que te hacía sentir en un verano caribeño, recordando, disfrutando y reflexionando. Canciones como "Otro atardecer", "El apagón" y "Yo no soy celoso" son ejemplos claros, junto a "Efecto", "Después de la playa" (con su merengue y vientos), y los singles "Neverita", "Me porto bonito", "Titi me preguntó" y "Callaita". Es imposible no reconocer la calidad de un LP con tantas buenas canciones.

Con 7 álbumes (incluyendo "Oasis" y "Las que no salieron"), Benito lanzó este año "DTmF" ("Debí tirar más fotos"), una carta de amor a Puerto Rico y su pasado. Su exploración en ritmos latinos como la salsa da un nuevo aire a un género que nunca debió dejar las primeras planas, y podría inspirar a adolescentes a explorar el legado de leyendas como Hector Lavoe, Frankie Ruiz, Willie Colón, Fania All Stars, El Gran Combo y Celia Cruz.

Hablar de "Debí tirar más fotos" sería redundante, ya que muchos especialistas y aficionados han elogiado el disco. Aconsejo a los lectores que lo escuchen, ya que no busca borrar lo antiguo, sino enaltecerlo y reconocer las creencias y costumbres de Puerto Rico, un país dañado por la corrupción y malos manejos políticos, y afectado por la gentrificación de Estados Unidos. Para entender esto mejor, pueden escuchar "Lo que pasó en Hawai", una canción de protesta explicada en este artículo de la BBC.

El principal logro de Benito es unir a los amantes de la música, permitiendo disfrutar de un disco y sumergirse en la experiencia, así como a quienes simplemente escuchan su música por diversión. Ha logrado juntar generaciones, emocionar con ritmos atrapantes e intentar dejar un legado en un mundo donde las canciones se rigen por su éxito en TikTok. Con este disco, él desea trascender y ser una estrella estable en un universo musical lleno de estrellas fugaces.

¿Cambiarán mis gustos musicales y me declararé fan de él? No, pero sería tonto no reconocer el avance de un artista cuya música transmite emociones y se renueva constantemente, superando a muchos otros, incluyendo a Taylor Swift.

Benito, hijo de Benito y Lysaurie, nos ha regalado una experiencia musical atemporal y mágica. Es conocido como Bad Bunny, pero hoy está lejos de ese apelativo. Simplemente, gracias por un buen álbum.

Cambio y fuera.

"Si mañana muero, yo espero que nunca olviden mi rostro
Y pongan un tema mío el día que traigan a Hostos
En la caja, la bandera azul clarito
Y que recuerden que siempre fui yo, siempre fui Benito"