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Mi sueño

Me gusta caminar contigo por el mismo sendero. Ver como te ríes de las tonterías que hablo y como esa sonrisa hace que olvide todos mis problemas. Tu mirada muestra esa inocencia que yo he perdido, esa frescura que llega con los aires en la brisa del mar y esa cadencia de las olas cuando el mar esta tranquilo.

El Rodillo

En espera del año nuevo, me he dado cuenta que el 90% de personas se les ocurre pintar su casa y/o limpiarlas totalmente, todo esto con la idea de recibir el año nuevo totalmente limpio y para estar renovado. Este ritual, por así decirlo, se repite todos los años una y otra vez y es increíble la cantidad de basura que uno puede encontrar en su cajón. Decidido a olvidar el 2010, me puse a revisar mis cajones y a botar lo que no servía. Polos antiguos y sin uso, ropa nueva que jamás me la pondría, papeles de trabajos universitarios que quedaron en stand by, post de blogs sin terminar (estos no han sido botados, están en un rincón para ver la luz algún día); y un largo etcétera. Lo curioso es que todo ello era de años anteriores y había muy poco, casi nada, del 2010.

Una empresa llamada Navidad

Yo tenía la idea de que Diciembre era un mes tranquilo; de que las cosas simplemente fluían y de que todo caía por su propio peso. De que la magia y la felicidad reinaban en todos y todo pasaba porque sí. Esa es la idea que uno tiene de niño y que al ir creciendo y conociendo el mundo que hay afuera, se da cuenta que no todo es así y empieza a experimentar poco a poco una pequeña indiferencia por todo lo "mágico". A mi empezó a llegarme todo, desde los 15 años. El ordenar la casa desde los primeros días de diciembre nunca me pareció abrumador hasta esa edad. Y es que mi labor ya no era sólo seleccionar los adornos y colocarlos en la meza y el árbol; ahora tenía que colgar luces en ventanas y ver desde afuera que no se vea feo.

SERIE: Conclusión (Socio de la Soledad)

Bueno, como verán no he tenido muchas "mujeres" en mi vida. Aún así, he dejado de nombrar a 2 mujeres: La primera fue la vecinita de los 10 años; y la segunda fue mi última enamorada; la desquiciada "V". Esta última fué un homenaje a las novelas de televisa, una chica que vivía su vida entre pañuelos, moco y baba haciendo que su compañia sea muy aburrida. Lo único emocionante, eran las maneras "agradables" que tenia que hacer para que no llore. Literalmente, le "tapaba la boca" para que no llore. Si bien esta relación me hizo quemar algunas etapas y aprender sobre otras cosas, no era lo mio. No era realmente "yo" en la relación y todo se acabó rapido. Gracias a Dios. Pero gracias a esta chica y su llamada de aquel día, nació la idea de recordar todos esos pasajes de mi vida y tratar de llegar a la conclusión. A la cual, creo, que he llegado. No soy Freud pero ahí va:

SERIE: Ultrabeba

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Ella fue lo que inició todo. Si bien "La muda" había hecho que me llamen la atención esos temas, "Ultrabeba" hizo que cambie hasta la manera de caminar. Algunos dicen que cuando te enamoras, sientes hormiguitas en el estomago. Yo lo único que sentía en el estomago era que una tripa se comía a otra porque siempre paraba con hambre en aquella época pre-universitaria. Mi salón estaba en una especie de sótano divido, con otros salones, por lonas de triplay y las carpetas eran naranjas ya que ese color es el color representativo de la universidad a la que postulaba. La primera vez que la vi fue un duro golpe a mi cabeza, muy duro. Ya que me distraje y me golpié con la columna del salón mientras ella estaba sentada. Por arte de magia, un día me pasé a su sitio y formé un pequeño grupo con unos amigos y sus amigas; hasta esa oportunidad no había tratado directamente con ella, sólo uno que otro comentario de la clase y decirle cosas como "pásame tu separata de Trig