Día F
Había sido una semana muy larga y satisfactoria por lo que la invitación a la casa del buen Alexis cayó muy bien y en el momento en el que me quería desestresar. El plan era simple: llegar, conversar, poner para la "chancha" y tomar. Simple y directo. Aún así, estaba muy lejos de imaginar lo que pasaría al retirarme de ahí y encontrarme camino a casa. Digamos que fue un sábado (madrugada de domingo, a decir verdad) llena de circunstancias.