La asombrosa travesía de un último baile que no se dio
Pedro llega muy tarde al matrimonio de su amigo Andrés y se sentía algo avergonzado. Sus amigos están reunidos en la mesa y se da cuenta que todos estaban emparejados. Usaba aquel terno que solo se lo ponía para las entrevistas de trabajo ya que no tuvo dinero para comprarse otro. Con mucha suerte, solo alcanzó a comprar aquella camisa blanca y una corbata azul las cuales combinan perfectamente y lo hacían ver relativamente decente. Se sentía algo aburrido y si bien los demás chicos estaban motivados, decidió caminar hacia una pequeña barra instalada en la esquina izquierda y así empezar a tomar algo suave mientras miraba cómo la gente bailaba en plena "hora loca" entre pica pica, corbatines de tela, gafas de plástico y demás chucherías al sonar el único éxito de un grupo improvisado peruano llamado "Los Borgia". En ese mar de situaciones, en esa incontrastable variedad de matices de personalidad adornadas de corbatas prestadas, ternos nuevos que estaban siendo